Llegar a casa después de entrenar, calentar las lentejas con chorizo, en el aparato que esta encima de horno, y comerlas calentitas, viendo como el cielo cada vez se pone más feo, te da que pensar en la metafísica de la vida.Si que suerte que en el entreno de hoy, no me he mojado los que tengan que entrar por la tarde, que se mojen jeje es pura filosofía metafísica freudiana. Tocó volver al frío del norte al que no estaba acostumbrado, llevábamos unos días calentitos al sol del mediodía, entrenando hasta sin guantes, que lujazo para estar en León, pero cual bofetada en la cara en un garito nocturno, cuando has querido ligarte a la que no te correspondía, te devuelve a la realidad, el mundo del mindundi, te toca entrenar en frío, con niebla....se me había olvidado lo que era jeje que a gusto estaba yo por el monte corriendo con -2ºC y tan tranquilo, hoy con 6ºC y congelado como las gambas que me voy a comer en nochebuena. Volví a salir con el discípulo que hace mucho que no coincidíamos, hay que ponerse al día de chismes, novedades......pasan los kilómetros, como si nada, intentando mantener el mismo ritmo para que a uno, no le sea alto y al otro bajo, que estoy muy bajo de forma, pero por lo menos el culo ya no me duele despues de 2 horucas de pedales. Lo del pedaleo parece que mis piernas empiezan a acordarse de eso de girar durante tanto tiempo, yo creo que de aquí a un mes empezaré de nuevo a generar odio por el asfalto, quien es cabrón lo es siempre, es inevitable. Por cierto el discípulo me sigue debiendo el cafelito del entreno de hoy, que no se me olvida eh!! ya os iré contando que hoy no tengo muchas ganas de escribir.
Nos vemos en nada.
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el relojito y yo nos empezamos a entender |
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