las bicicletas son para el verano

Estar sentado en la escalera de la portu, y ver pasar una bh Dakota azul oscuro, con cambios en el manillar, de  aquellos shimanos SIS, y ver la cara de felicidad de ese hombre con su visera de asaja, mientras que su camiseta se ondula por el viento, te hace recordar aquellos veranos en los que tenías todo el tiempo del mundo, pero poco recursos para mantener la bici a punto. Eran veranos llenos de postillas en los codos y las rodillas. Tus recuerdos de aquellos maravillosos días, te hacen esbozar una sonrisa, y te preguntas cuando dejaste de plantearte, este deporte como disfrute, para convertirlo en tu obsesión, dejaste de mirar los árboles para mirar el pulsómetro, pero es parte de este vicio, querer ir más rápido y más lejos. Si no seguiríamos, dando vueltas a la manzana, cronometrando a ver quien era más rápido en darla. Nos hubiéramos estancado, y no hubiéramos descubiertos todos esos senderos, que guardas en la cabeza y que estas esperando que sean las 4 de la tarde para salir a por ellos o las 10.....depende del día jajaja. Seguirías mirando el Polvoreda, como cuando tenías 10 años y te seguirías preguntando que hay detrás de aquella montaña. Nací mirando esa montaña, desde casa de mis padres, era la referencia desde la terraza, y ahora desde mi casa también, aunque no desde la terraza, maldita fiebre del ladrillo!!!!! los dos primeros años de vivir en Villaquilambre, era lo primero que veía al levantarme, hasta que algún constructor me puso un bloque en frente sniff sniff..... a lo que que iba, que hay que mantener el equilibrio entre diversión y obsesión. Ayer fue para la diversión y volví a descubrir que hay detrás de aquella montaña jaja, valdeteja, vegacervera, valporquero....un sin fin de carreteras, con unos paisajes que te obligan a olvidarte del pulsómetro. No me cansaría de recorrer esa zona, tanto en asfalto como en sendero....es el lugar perfecto. Bueno cansado a veces si acabo cansando, pero luego vuelvo y es que los días de pulsómetro, si acabas cansado. 

Nos vemos en nada.

arriba y arriba, 

paseito por la hoces

valporquero y la atalaya