Soy de aquellos que no les hace falta las 12 campanadas, para empezar a planear lo que será el siguiente ciclo de 365 lunas y soles, cuando algunos de mis colegas están empezando la temporada de maratones, yo ya estoy con la cabeza en el 2015, y es que después de este año un poco raro, de andar poco, de no tener gas, de una preparación bastante baja, tocó ponerse el dorsal y luchar por hacer top ten y a veces ni eso. Pero muy contento de volver a mi deporte, a dar pedales, a saltar cortados y raíces, a verme en estas últimas carreras, cerca de a los que tengo que ganar el próximo año, pero hay que saber estar y todavía no he podido. En la última carrera del asturcantabro, he logrado rodar con David Rueda, las primeras vueltas, eso significa que vamos mejorando, pero queda tramo todavía para mejorar.Mis manos ya han agarrado el boli y se han puesto a escribir el plan para 2015, he vuelto a mirar mi viejos cuaderno de antiguas temporadas, para ver cositas jaja, pero bueno todavía queda un mes de agosto y septiembre para jugar con la bici, de rodar tranquilo y fuerte, pero sobre todo de jugar. De pararse en el camino a ver el paisaje, de sentarse en un alto para mirar hacia abajo, de respirar lo seco de la hierba, de la puesta de sol, de tantas cosas que sé, que cuando se libre los tiempos de batalla, no disfrutaré, por eso me quiero empapar de ello.
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